Olvidando lo que queda atrás

OLVIDANDO LO QUE QUEDA ATRAS

Que difícil es para el ser humano desprenderse del pasado. Me resulta sorprendente el efecto que el pasado tiene sobre nuestro presente y futuro. Algo que ya paso no debería tener mucha más influencia en nosotros que nuestro presente. Sin embargo, mucho del pasado está con nosotros de manera constante, aun cuando no aporte nada o sea solo una serie de recuerdos nostálgicos. Hay que tener en cuenta que no disponemos de tiempo para todo y, por lo tanto, debemos hacer con el que tengamos disponible lo mejor que podamos. En definitiva, pienso que más nos vale una experiencia hoy o un sueño de mañana que un recuerdo de algo que ya no es ni será lo que fue.  En el 2008 Salimos de nuestra tierra donde críe a mis tres hijas, donde pastoreamos por mas de 17 años. Donde estaba nuestra zona de conformidad.  Salimos a lo que Dios nos prometía, a lo que Dios nos estaba llamado, a soltar todo para seguirle a El.  No es fácil para nosotras las mujeres dejar nuestra casa, nuestras amistades para comenzar en cero.  Desde que salí no ha habido un momento en mi vida el deseo de regresar a mi pasado.  Mi pasado esta ahí en mi pasado.  Gente hermosa que toda la vida voy a amar, recuerdos buenos o malos que son solo recuerdos,  experiencias que me hicieron crecer como ser humano.  Entendí que no podemos entrar a algo Nuevo hasta que no soltamos lo Viejo.  No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.  He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a la luz. ¿No la conoceréis?  Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad. Isaías 43:18-19  Dios nos esta recomendando que las cosas pasadas no podemos estarlas trayendo a memoria, ni estarlas recordando continuamente. El pasado muchas veces puede convertirse en un desierto y en un periodo de soledad, la única forma de poder ver un camino en medio de ese desierto y un río de bendición en medio de esa soledad es venciendo el pasado.  Hay quienes arruinan el presente por un pasado que no tiene futuro.  Hay quienes ansían el futuro y olvidan el presente y así no viven ni en el presente ni en el futuro.  Vive con alegría y con expectación cada momento que Dios te permite vivir.