Hoy mientras mi hija pequeña se prepara para salir a la escuela, no puedo mas que darle gracias a Dios por la bendición de regalarme el regalo mas lindo que una mujer puede tener, el ser mama. Como madres que mucho trabajo muchas veces tenemos que hacer. Gracias a Dios mis hijas ya están grandes pero cuando eran pequeñas le tenia que hacer todo, vestirlas para ir a la escuela, peinarlas, preparar el desayuno, revisar sus tareas, en fin todas las que son mamas saben de lo que hablo. Ahora que mi hija mas pequeña tiene 15 años, no puedo mas que reflexionar en lo rápido que pasan los años. Ayer eran chicas que lo único que sabían hacer era depender de nosotros sus papas completamente. Hoy me siento que fue ayer cuando les agarraba de mi mano y las dejaba en su escuelita con lagrimas bajándoles por sus mejillas. Mi deseo sería que nunca se fueran de mi lado, pero la ley de la vida es otra y ellas también se irán algún día y harán su vida. Lo lindo es que aunque se vayan de nuestro lado, para ellas siempre seremos sus padres y ellas saben que en nuestro hogar siempre tendrán su lugar especial. Dios es fiel a ti y a mi y todos los días El esta esperando que tu y yo nos acerquemos a El confiadamente. No importa que tantos años tengamos de servirle a El, en Dios son nuevas sus misericordias cada mañana. Todos los días es un día donde podemos enamorarnos mas de nuestro Dios. Tal vez te sientes lejos de casa, pero en esta mañana Dios esta esperándote con los brazos abiertos diciéndote en mi siempre tendrás tu hogar. Señor en este día se la parte mas importante de mi día.
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